A 10 años de la partida de la maestra Gladys Armijo Zúñiga

A 10 años de la partida de la maestra Gladys Armijo Zúñiga
(8 mayo 1940 – 01 febrero 2008)

*Por Diego Pinto Veas

Era finales de diciembre del 2007 y recibí un llamado del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile, ¿el motivo? Había una carta para mí. Yo era estudiante de la carrera de Geografía de dicha casa de estudios, estaba terminando tercer año y en realidad mi mente veinteañera sólo pensaba en salir de vacaciones.

El motivo de la carta era un saludo navideño y de fin de año, la firmaba Gladys Armijo Zúñiga.

De ese saludo pasaron algunos días, cuando estábamos en la casa de un compañero de la carrera celebrando su cumpleaños, recibí nuevamente un llamado del Departamento de Geografía, esta vez era para solicitarme donación de sangre urgente para la profesora Armijo. Esa fue la última noticia que recibiríamos de ella antes del 1° de febrero del 2008, día que nos informarían del fallecimiento de la profesora.

Hoy se cumplen 10 años desde que nuestra maestra dejó su cuerpo y decidió mantenerse viva solamente en nuestros ideales y corazones. Desde ese momento se empieza a contar otra historia, sobre su legado y el encuentro de dos generaciones que creyeron en su compromiso con la justicia social, su ética académica y su indiscutible entrega a la formación de sus estudiantes. El velorio y posterior funeral de la profesora propician, en la pena y el dolor, generar las presentaciones correspondientes de estos dos grupos de personas y quizás el inicio de lo que en ese momento se esbozaba simplemente como una idea fugaz: hay que mantener viva las ideas que nos inculcó Gladys Armijo.

Marzo del 2008, decidimos iniciar el año con un acto de reconocimiento de la profesora Armijo, recibimos cartas de distintas partes del mundo: España, Argentina, Cuba, entre otros países y de varios lugares de Chile. Las muestras de cariño eran increíbles, palabras cargadas de sentimientos que hacían crecer (o reafirmar) la imagen que teníamos de una gran maestra.

Aquella mujer que dejó en alto el nombre de la Universidad de Chile, gracias a su rigurosidad y excelencia académica; que defendió en todo momento a los indefensos: trabajadores, estudiantes, campesinos, indígenas, pirquineros y pobladores; que abrió las mentes de sus estudiantes a pensar otra geografía, una disciplina viva, con la gente que va construyendo territorio. Sólo por decir algunos de sus aportes, son las ideas que se repetían en dichas cartas.

Sin embargo, hay 3 aspectos que me gustaría destacar.

El primero de ellos es la ética profesional de la profesora Armijo, siempre estuvo en pos de la verdad y la justicia social, generando en todo momento un compromiso con organizaciones sociales que estaban en conflictos con grandes poderes. Nunca se vendió a alguna consultora para ganar un poco más de dinero, como si lo han hecho y lo siguen haciendo aquellos que hoy se dicen los críticos de la geografía pero con currículum de dudosa consistencia valórica. Ese compromiso con las organizaciones sociales, lo transmitía en sus terrenos y clases, generando una profunda reflexión sobre el rol profesional del geógrafo. Como anécdota puedo contar que el 2007 organizamos, junto con ella, una serie de charlas con el Colegio de Geógrafos cobre el rol profesional del geógrafo, dirigidas a estudiantes y profesores de la carrera. Ella fue a todas las charlas, siendo la única académica que asistió.

Un segundo aspecto, dice relación con la rigurosa formación científica que inculcaba en sus estudiantes, pero sin perder nunca su foco que ella era profesora. Sus asignaturas eran muy difíciles, pero con mucha innovación evaluativa y teniendo como centro el aprendizaje de sus estudiantes. Un aspecto que era central, ella nunca fue el centro de atención, sino que los propios estudiantes, como así también las ideas que surgieran de los debates generados en clases. Esa humildad (muchas veces criticada por aquellos que esperaban ansiosos el monólogo de los profesores “iluminados”) hacía ver a la profesora como una persona común y corriente, pero llena de sabiduría, lo que se iba complementando con una alta exigencia en los trabajos que ella pedía. El fin de su clase no era enseñar el contenido de memoria, sino generar una reflexión profunda sobre la situación que vivía el campesinado y los desposeídos de esta sociedad, para de esta forma, instalar la importancia de los profesionales comprometidos con esos grupos humanos.

Finalmente, quisiera destacar un tercer aspecto, el cual dice relación con los valores que ella practicaba a diario, es decir, con el lado más humano de nuestra maestra. Inicié este escrito contando la anécdota de la carta que ella nos escribió a varios de sus alumnos más cercanos, esto porque aun siendo que ella era una Profesora de Historia y Geografía de la Universidad de Chile, Magíster en Geografía en la Universidad de Liverpool (Inglaterra) y Doctora en Geografía de la Universidad de Salamanca (España) jamás interpuso sus títulos y grados a la hora de relacionarse con otras personas como tampoco veía en el otro/a sus “cartones”, sino más bien ella reconocía al otro/a primero como persona y después todo lo demás. Estos principios era lo que nos hacía sorprendernos a todos quienes la veíamos como un ejemplo de persona a seguir. No quitaba nunca el saludo, siempre preguntaba cómo estábamos y si no la veíamos en una semana llamaba para saber de nosotros o nuestra familia.

Maestra, hoy se cumplen 10 años de tu partida y aún me emociona escribir estas palabras, nos faltaron días, meses o años para seguir conversando, para reírnos o solamente para estar compartiendo un momento…

Como Colectivo de Geografía Crítica Gladys Armijo hemos tratado de seguir tu legado, mantener tus ideas vivas, como así también tu ética. Quizás hay veces que hemos fallado en algunas cosas, pero tenemos claro nuestra dirección, porque aún tenemos viva la llama que nos encendiste… Y claro, como es normal, algunos se han sumado al ir creyendo en estos principios que vamos plasmando en nuestros trabajos, para así hacer crecer un grupo de personas comprometidas con la realidad social y la transformación de la sociedad…

Muchas gracias maestra por darnos la oportunidad de conocerte